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Maternidad y salud bucal

MVC | ODONTOLOGÍA: Dra. María Virginia Coseglia
Publicado de en Consejos y cuidados · 19 Mayo 2012
Es común escuchar, tanto en la consulta odontológica como en la vida diaria, que las mujeres que  han sido madres refieran haber tenido inconvenientes en lo que respecta a su salud bucal, devenidos de los embarazos cursados.  Inclusive, ha llegado a hacerse más o menos popular el concepto de que con cada embarazo se pierde un diente o que, los bebés, para crecer durante su vida intrauterina, utilizan calcio proveniente de las piezas dentarias de las mamás.
Afortunadamente, hoy podemos decir  con absoluta seguridad que estas creencias no son ciertas y que no existen sustentos científicos que las fundamenten. No obstante,  sí es verdad que hay mujeres que han sufrido o sufren distintos grados de deterioro de su salud bucal durante la preñez.  Quizás sea por esta  concordancia entre lo experimentado por ellas y lo expresado por la voz popular, que se haya afianzado la divulgación de los conceptos mencionados a través de las generaciones, a modo de ley ineludible.  Sin embargo,  es parte de nuestra labor odontológica  dar a conocer que existen otras explicaciones para esta coincidencia y, tanto o más importante que ello, que hay maneras de evitarla.
Los dos inconvenientes más observados y referidos durante el embarazo son la aparición de nuevas caries y la inflamación de encías (gingivitis).  Esta última tiene que ver principalmente con el aumento de algunas hormonas (progesterona  y estrógenos) las cuales favorecen el crecimiento de ciertos microorganismos implicados en el desarrollo de la gingivitis. A su vez, durante el embarazo se producen algunos cambios a nivel del sistema inmunitario. Ambas cosas, exacerban los cuadros de inflamación gingival preexistentes  y, en consecuencia, los síntomas que la paciente  experimentara en forma previa a la concepción, se verán agravados. Por el contrario, una mujer que llegue al embarazo en situación de salud gingival, tendrá altas posibilidades de conservarla hasta el nacimiento de su hijo y después.
En cuanto a la formación de nuevas caries es importante saber que siempre ésta es desde afuera hacia adentro. Es decir,  son los cambios en la acidez del medio bucal los que originan  la desmineralización del esmalte dental y, como consecuencia, el inicio del proceso de caries, pero nunca una caries podrá formarse a partir de una desmineralización interna como la que podría darse si el bebé sacara calcio de los dientes. Resulta importante aclarar  que el calcio que el bebé necesite provendrá de la dieta de la madre o, en su defecto, del reservorio orgánico de calcio por excelencia representado por los huesos. Así las cosas, es  probable que la  aparición de nuevas caries tenga relación con el aumento en la frecuencia diaria de ingestas que muchas mamás experimentan una vez embarazadas. Esto, si no es contrarrestado de algún modo,  aumentará la acidez de la boca y posibilitará la formación de  lesiones cariosas.  Por otro lado, si hubiera presencia previa de caries, el  efecto será la  potenciación  y multiplicación de  los procesos ya iniciados.
Afortunadamente, todo lo mencionado aquí puede evitarse y/o tratarse. Me permito, entonces, realizar algunas recomendaciones. A saber:
Si usted tiene la posibilidad de planificar su embarazo, realice una consulta odontológica previa de mantenimiento o recuperación de su salud bucal. Esto evitará que surjan complicaciones durante el embarazo, le permitirá dedicarse con mayor tranquilidad a la espera del bebé y disminuirá las posibilidades de que su futuro hijo desarrolle caries una vez nacido.
Si usted se encuentra embarazada sin haber podido realizar un chequeo odontológico previo, consulte para saber cuál es su situación actual,  cuáles son sus posibilidades de tratamiento y, eventualmente, en qué oportunidad convendrá llevarlo a cabo. Podrá haber casos que requieran atención inmediata, otros que puedan programarse para ser realizados durante el transcurso del embarazo o,  inclusive, postergarse sin que ello implique riesgos que comprometan su salud o la del bebé.
Si por el contrario, usted no está embaraza ni busca estarlo, la invito a compartir este artículo: quizás pueda ser de utilidad para otra mujer.



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