Si estás por realizarte un tratamiento de blanqueamiento dental múltiple, debes saber que el mismo presenta una serie de ventajas como alternativa estética, pero además conlleva limitaciones y riesgos a tener en cuenta.
Algunos pacientes experimentan sensibilidad dentaria a los cambios térmicos, especialmente en el período asociado con el inicio del tratamiento (Primeras 48 horas). No obstante, ésta puede tratarse y, en la mayoría de los casos, no implica que se deba suspender el blanqueamiento.
Durante el tratamiento blanqueador, el consumo de sustancias con pigmentos como té, café, mate, vino tinto, bebidas cola, cigarrillos, etc., debe evitarse debido a que puede entorpecer el buen resultado del mismo.
Cuando con el tratamiento se ha conseguido la aclaración del tono dentario (debes saber que algunas veces esto no sucede), la exposición a los colorantes contenidos en alimentos y bebidas, a lo largo del tiempo, puede ocasionar el reoscurecimiento de las piezas tratadas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los dientes quedan con un tono más claro que el que antes había sido motivo de insatisfacción.
Los pacientes que poseen restauraciones estéticas previas a la realización del blanqueamiento, deben reemplazarlas finalizado el mismo: Los materiales de restauración no se ven afectados por los agentes blanqueadores, no acompañan el cambio de tono experimentado por los dientes y las restauraciones se rehacen para que puedan estar en armonía con el nuevo color logrado.
No se debe fumar durante el tratamiento. El cigarrillo, además de contener pigmentos, está constituido por sustancias que, asociadas al agente blanqueador, han provocado cáncer en roedores.Finalmente, ante cualquier duda, no dudes en consultar.
